Me parece fatal que, de asociarme con alguien, se me asocie con la Bestia "B", servil y subalterna. ¡Exijo ser la Bestia de garantías, con todo el glamour!

Guillermo
 

La bestia del mar (frente a la cursilada de bestia de la tierra)

“Entonces vi que salía del mar una bestia con diez cuernos y siete cabezas. En cada cuerno tenía una corona, y en cada cabeza tenía escritos nombres que ofendían a Dios. Esta bestia parecía leopardo, pero tenía patas de oso y hocico de león. El dragón le entregó a esta bestia su poder y su reino. Una de las cabezas del monstruo parecía tener una herida mortal. Pero la herida sanó; lo que hizo que todo el mundo se asombrara y creyera en la bestia. Todos adoraron al dragón, porque le había dado su autoridad a la bestia, y también adoraron a la bestia. Decían: "No hay nadie tan fuerte como esta bestia. Nadie puede luchar contra ella".

A la bestia se le dejó creerse importante y decir que él era Dios. También se le permitió gobernar durante cuarenta y dos meses. Pasado ese tiempo, empezó a insultar a Dios, a su templo y a todos los que están en el cielo. También se le permitió pelear contra el pueblo de Dios y derrotarlo. Y se le dio autoridad sobre la gente de todas las razas y pueblos, idiomas y países”.

Cierto, mucho más fashion la descripción de la Bestia A, pareciere Marín en plena sesión del Congreso de los Diputados. Asociado quede, aunque sea en el día después.

He tenido, por descontado, que buscarlo en la primera incursión bíblica de mi vida. La mía ni siquiera es de inspiración cristiana, nos limitamos al nacionalismo regional y la ecología.
 

Como yo no soy un descrído y me he leído la Biblia (bueno, el coñazo de las cartas a los tesalonicenses y adláteres no, pero ¿quién se ha leído eso?), recordaba oscuramente que había por ahí una Bestia fashion y otra "de provincias", aunque su caracterología fisiológica ya no la tenía tan clara. En mi descargo, precisamente el Apocalipsis me lo leí en 1990, o sea, el Pleistoceno, buscando pruebas que demostraran las por demás obvias concomitancias entre el texto sagrado y la I Guerra de Irak. Y prometo que haberlas, habíalas.

Guillermo
 

Mmmm, ¿biblias? dios mío, yo si que me siento inculta. Una vez intenté leerme (la temporada que vas a hacer tu primera comunión y literalmente te intentan lavar la cabeza) la Biblia. Comencé por el Génesis (normal) y me moló, aunque no acaba de enter toda esa metamorfosis del planeta en un plis plás. Creo que lo deje en las páginas contiguas... demasiado complicado para mi coeficiente intelectual.

Quería parecerme a mi abuela. La mujer cogió el diccionario y se lo estuvo leyendo palabra por palabra. No sé si lo llegó a terminar o es que mi madre, cuando me lo contó, en verdad se estaba riendo de mí.
 

Me echaron de la primera y única clase de religión a la que he asistido en mi vida. 8 años y me expulsan de la casa del Señor total por decir que yo no creía en Dios. Que no dejaba de ser una tontería, algo que si me hubieran tratado mejor puede que incluso hubiera cambiado, a los ocho años la mente es débil y yo sólo era una impertinente en potencia. Tras aquella rebeldía y en un acto de increíble progresía de salón no volví a dejar que nadie me explicara o contara absolutamente nada relacionado con Biblias, iglesias y cristos. Tal ineptitud me ha llevado a proezas como señalar a Judas en La última cena de Da Vinci cuando la profesora de historia del arte me preguntó por Jesús; o la mejor, afirmar en público que Jesús no tenía padre, y es que lo de los tres en uno y todo eso nunca lo he tenido demasiado claro. Algún día, si acaso, le pongo remedio.

¿la I Guerra del Golfo?, no fastidies que Jesús era delegado de la Shell.

saludos
 

y