<Versión 0.8>
Escrito a lápiz
Usted pensará que malgasto mi tiempo.

30 abril 2006

NationStates

Siempre he tenido debilidad por esos videojuegos que se encargan de aportar al mundo pequeños dictadores. Los podríamos clasificar en dos tipos: aquellos que gracias al avance tecnológico han hecho de mi pantalla una reproducción a escala del mundo, por el que campan batallones armados ávidos de pobres ciudades incultas encantadas de incorporarse a la siempre civilización de otros. Y los Massive Multiplayer Online RolePlaying Game (MMORPG), o lo que es lo mismo, juegue a rol a lo bestia, en pijama, con mucha gente y sin que sus amigos dejen de hablarle por ello. De entre estos últimos, lo típico es que estén ambientados en galaxias lejanas, que convivamos con elfos y troles varios o (muy de moda últimamente) aquellos que gracias a las grandes distribuidoras te permiten revivir cualquiera de tus personajes favoritos de esas películas que jamás te gustaron. Pero como ya habrán adivinado, es lo de siempre, donde no hay un druida, hay un vampiro o un dragón surgido de una mazmorra subterránea. Personajes que la gente normal no suele encontrase por la calle, ni siquiera en el metro.

Pues bien, en un fallido intento de dar sentido a esa carpeta llamada ‘mis marcadores’, he encontrado mi entretenimiento de hace dos veranos: NationStates. Se trata de un juego de rol online creado por Max Barry para vender su libro Jennifer Gobierno. Bueno ya saben que la gente hace cosas muy raras. El caso es que el libro es una disparatada e hilarante historia sobre el ‘capitalizmo’ donde a Hack Nike (que trabaja para Nike y que como todos los trabajadores adquiere el apellido de la empresa para la que trabaja) le es encargado asesinar a 10 individuos como plan de marketing novedoso. Si no lo hace acabará en la cárcel por incumplimiento de contrato y si lo hace acabará también allí por asesinato. Tras acudir a la policía, ésta le ofrece una subcontrata para hacerlo ellos de manera que Hack no tenga que asesinar a nadie. Sin embargo no serán ellos quienes se encarguen finalmente, sino que a su vez arrendarán la misión en la Asociación Nacional del Rifle. Y entre todo esto, Jennifer Gobierno es la única defensora del consumidor y del trabajador (y por ende de Hack). “Jennifer es una mamá estresada, vigilante del mundo empresarial y agente gubernamental que lleva un código de barras tatuado bajo su ojo”. Supongo que ahora comprenden por qué el libro necesitaba de un juego online para venderse (en realidad no, el libro es bastante notable).

El caso es que Nation States es un juego basado en la posibilidad de convertirnos en los presidentes (o dictadores o reyes o verdugos) de nuestro propio país. Además, somos también sus descubridores por lo que tendremos que decidir el hemisferio en el que se situará nuestro estado, el nombre que tendrá y la bandera que lo identificará. Tras estas primeras y sencillas decisiones, deberemos responder a una serie de preguntas que ayudarán a la ONU a catalogar a nuestro país a los ojos del mundo. Sí, hay ONU y les puede pasar como a mí que, ante lo que evidentemente era una mala interpretación de mis intenciones, la ONU les termine describiendo, así sin piedad, como una ‘psychotic Dictatorship’, por muy República Socialista de Mi Casa que ustedes la llamen. La particularidad reside en tener que contestar diaria o semanalmente (a elegir) una propuesta de ley hecha por nuestro parlamento, y que según lo que contestemos irá marcando el destino de nuestro pequeño frankenstein. Las decisiones que tomen (además de afectar a la categoría de la ONU en la que quedarán inscritos) revelará el estado de los derechos civiles, la economía y las libertades políticas. Incluso la población. Aprobarán las leyes de matrimonio, la política interior, la exterior o los impuestos. Pueden ser, para entendernos, muy fascistas con sus ciudadanos.

Por si fuera poco hace realidad el sueño de todo buen líder, poderse ir de vacaciones hasta 60 días, volver, y que ningún universitario frustrado te haya montado una huelga contra los semáforos en la calle por autoritarios. Me dirán que nada nuevo bajo el sol, que vaya (re)descubrimiento, que un Age of Empires, un Rise of Nations, un Civilization, o un Total War hace lo mismo y además con tropas que se trasladan de un lado a otro. Ya oigan pero una está cansada de construir los mejores sistemas de regadío para que cualquier Cleopatra de chips cruzados le pegue por arrasarme las tierras cual ejército ruso en plena reconquista. Esto es más tranquilo (más simple, sí qué pasa) y un poco más ateniense que espartano.


aportaciones:
Y yo que me creía una 'súper-diosa' cuando jugaba al 'Caesar'... ¡¡ni punto de comparación!!
 
Y, rápidamente, el blog derivó hacia el freakismo...
 
me alegra ver que hay quien capta la esencia friki del mero hecho de tener un blog, y cómo esto a la vez potencia el frikismo público del autor.
 
Si se me permite ser pedante (qué diablos; siempre soy pedante, lo quiera o no), aunque es cierto que los espartanos tenían un sistema político repugnante, "bajo el fulgor ateniense refulgía el duro acero" (Dios, más que pedante es metrosexual), es decir, que repartían yoyah como el que más, en mar y en tierra. De hecho, tan pronto como acaba la guerra contra los persas, Atenas se convierte en una potencia marítima imperialista que se dedica a meterse en todos los fregados y a imponer sus condiciones a un montón de ciudades Estado.

Todo este rollo es para significar que cuando Lydia afirma "cuidar sus regadíos con mimo" en realidad quiere decir "prosperar lo máximo posible, en paz con mis incautos vecinos, para, tan pronto como se descuiden, echarles encima mis 500 tanques recién salidos de fábrica". Al menos, es lo que hago yo, y créanme, por momentos diríase que rivalizo con el mismo Gandhi y luego...

Saludos

Guillermo
 
Vaya, creo que he sido pillada. Sin embargo debo señalar que siempre me pareció más morboso que poco a poco las ciudades de mi alrededor fueran adheriéndose a mi civilización ante la evidente supremacía. Claro está que para tener después más poder a la hora de lanzarme contra el reducto de incautos incivilizados que aún se resistan ;)

De hecho, una de las resoluciones más votadas en la ONU en NationStates ha sido siempre la posibilidad de incorporar la guerra al juego*. Creas tu gran Estado (anarquista inscrito en la ONU por ejemplo) y te dedicas a ganar apoyos y a defender la política hasta que tienes suficientes como para conseguir aprobar (y ganar) la guerra. Muy Atenas ciertamente.

*Algo que nunca ha sucedido porque requiere la modificación del código del juego. Incluso la ONU tiene al programador por encima.

Saludos
 
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